Las Pensiones
Somos 9.800.000 los pensionistas a los que nuestros propios y ¿diferentes? gobiernos nos obligan a recibir nuestras pensiones en el banco que creamos que nos estafe menos o que menos rabia nos dé. ¿Para qué sirve el Banco de España? ¿Qué clase de servicios presta a los españoles? ¿Por qué será que no conozco a nadie que me pueda decir que dicho banco le haya sido útil en alguna ocasión?
Todos los españoles, especialmente los pensionistas, necesitamos que el Banco de España se reconvierta en el Banco de los Españoles, que sea útil como conexión entre el Gobierno y la Ciudadanía. Es increíble que cualquier gobierno, sea del signo que sea, voluntariamente no utilice una de las conexiones más reales y prácticas que puede y debe tener con sus Ciudadanos; que, muy contrariamente, colabore tan eficazmente a privatizar el inmenso capital que la Seguridad Social y otros muchos de sus departamentos y ministerios mueve diariamente.
¿Al posible Banco de los Españoles le impediría esto desarrollar sus actuales actividades? Claramente no. Muy al contrario, manejar grandes cifras le haría más solvente y poderoso. ¿Tendría que crear sucursales y emplear mucho más personal? ¿Si? Pues mucho mejor: sería estupendo crear nuevos puestos de trabajo al servicio de los españoles, adsorbiendo de este modo los que la Banca está destruyendo.
La Coordinadora Valenciana por la Defensa del Sistema Público de Pensiones nos recuerda que las comisiones bancarias a los pensionistas, en algunos casos, llegan a alcanzar hasta importes superiores a 240 euros al año, cobrados mensualmente o trimestralmente para que no se note demasiado. Por otro lado, también nos advierte de que la banca nos viene forzando de una u otra manera a domiciliar una cierta cantidad de recibos, a utilizar una cierta cantidad de veces sus tarjetas de crédito-débito, etc…Aparte nos inducen, a octogenarios semianalfabetos inclusive, a comprar acciones del banco o empresas filiales de estos, créditos hipotecarios vivos, saldos crecidos, seguros del propio banco… eso cuando no nos estafan con Acciones Preferentes u otros cualquiera de sus timos preferidos.
Llámenme comunista, bolivariano, chavista; señálenme con cualquier otro epíteto, el que prefieran, lo mismo me da, pero si por mí fuera, saludaría con gran alegría a un Gobierno que no consistiese que mi gente no tuviese más alternativa que esa, la de vivir buscando qué o cual banco nos roba menos, teniendo que resignarnos a no disponer de ninguna otra alternativa. Y lo mismo aplicaría a la Sanidad y Enseñanza Pública.
Yo no cerraría ni prohibiría ninguna entidad privada, estoy enamorado de la libertad, pero les enseñaría de verdad lo que significa la libertad para competir, ser eficaces y eficientes en todos aquellos servicios públicos que, como Estado, no español, sino de los ESPAÑOLES, me compitiese dirigir, regir o desempeñar.
Miguel Álvarez