Lo del clima
Con varios ademanes horrorosos
Los montes de parir dieron señales;
Consintieron los hombres temerosos
Ver nacer los abortos más fatales.
Después que con bramidos espantosos
Infundieron pavor a los mortales,
Estos montes, que al mundo estremecieron,
Un ratoncillo fue lo que parieron.
Félix Mª Samaniego
Una cosa es predicar y otra dar trigo, En la pasada conferencia sobre el clima
que para escasa gloria se ha celebrado en Madrid, las ONG y el público asistente
predicaron lo suyo, pero lo del trigo lo administraron los Gobiernos.
¿Existe algún gobierno en este mundo capaz de prohibir la fabricación de
plásticos? ¿O de prohibir la entrada en sus puertos de cruceros? ¿O de aterrizar los
grandes aviones? ¿O de cerrar las petroquímicas? ¿O de prohibir el uso de la madera
mas allá de lo estrictamente necesario, así como de controlar exhaustivamente las
talas? ¿O de racionar el uso de los derivados del petróleo para la combustión en
cualquiera de sus formas? Et cetera. Así que nadie debe llamarse a engaño.
Al final, como era previsible, se ha tratado únicamente de una aparatosa
propaganda para concienciar al personal de que debe ir limitando sus gastos (pero no
su consumo, que es cosa distinta) para ver si así, traspasando parte de sus cuotas de
los trabajadores a los capitalistas, éstos pueden seguir adelante con su tinglado, y si
no puede ser en los próximos años, pues ya veremos, pero, por lo pronto, que nos
quiten lo bailao.
Lo que no saben o no quieren saber los capitalistas es que lo de la escasez de
recursos es inevitable y que hasta su propia salud y la de sus hijos está en peligro.
Juan García Caselles