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Los vecinos de la Malva-rosa lamentan que Catalá no les haya consultado su plan para las Casitas Rosas

Temen que se pase del consumo de drogas a la turistificación

La Asociación Vecinal de la Malva-rosa ha pedido participar en cualquier proyecto que se plantee para este barrio de la ciudad de València y para el entorno de las conocidas como Casitas Rosas ubicado en él. Así, ha señalado que contar con los vecinos en el desarrollo de esas acciones «es imprescindible», al tiempo que han subrayado que se requiere una «intervención global» que vaya más allá de «la exclusivamente urbanística».

La entidad vecinal se ha pronunciado de este modo después de que la alcaldesa de la capital valenciana, María José Catalá, anunciara este jueves, durante el Debate sobre el estado de la ciudad, que la empresa municipal Aumsa «va a encargar la redacción de un instrumento de planeamiento de reforma interior que defina una nueva reordenación» de las Casitas Rosas, «el realojo, la edificabilidad, el justiprecio y el derribo» de esos inmuebles.

En declaraciones a Europa Press, representantes de la asociación de vecinos de la Malva-rosa han valorado que este barrio y las Casitas Rosas estén «sobre la mesa» y en la «agenda municipal», pero han subrayado la necesidad de que los representantes vecinales tengan voz en las iniciativas que se planteen para estas zonas y han insistido en impulsar una acción «global».

«Nos alegra que se ponga encima de la mesa la situación de las Casitas Rosas y que se diga que va a haber una intervención. Eso es una buena noticia», ha señalado Pau Díaz, a la vez que ha resaltado que «es necesario contar con el vecindario» para emprender «cualquier intervención».

Quejas por la desinformación

En esta línea, ha añadido que le hubiera gustado que «antes de anunciar en un pleno» una medida para el barrio, los responsables municipales «se hubieran reunido» con la entidad a la que representa. «De espaldas a nosotros puede no ser una buena idea, corre el riesgo de que no sea efectiva» la acción que se lleve a cabo, ha expuesto, además de mostrar cierta «desconfianza» a que lo que se plantee «se haga realidad».

Díaz ha mostrado una postura «crítica» con los gobiernos municipales de València. «No porque sí, sino porque nos sentimos abandonados por una política ciudadana que no ha tenido en cuenta a la Malva-rosa, incluyendo las Casitas Rosas», ha concretado.

Este representante de la Asociación Vecinal de la Malva-rosa ha recordado que hay «un informe del Síndic de Greuges que señala la situación de abandono histórico» de esta zona de la capital valenciana y que se plantea como «una llamada de atención a todas las administraciones, la municipal y la autonómica» y a los gobiernos de la ciudad, «desde el de Rita Barberá, pasando por el progresista, hasta el de María José Catalá«.

Intervención global

«El Síndic indica que se necesita una intervención global«, ha insistido, a la vez que ha manifestado que «esa es la que demandan los vecinos» y ha precisado que debe ser «urbanística, social, sanitaria y educativa» y acometerse desde distintas concejalías del consistorio y administraciones, también para contar con los fondos necesarios. «El problema de las Casitas Rosas no es un problema urbanístico, de edificios solo», ha apostillado.

En este sentido y respecto al derribo planteado por la alcaldesa, Pau Díaz ha reiterado que «no puede hacerse una intervención de calado como tirar las casa abajo o lo que fuera sin contar con el vecindario». «Entendemos que el vecindario debe participar y opinar y que su voz se tiene que escuchar en el proyecto que vaya a haber», ha declarado.

Díaz ha pedido que la propuesta apuntada por Catalá se traslade a los representantes vecinales. «No tiene sentido anunciarla en un pleno. Nosotros queremos intervenir ante la situación del barrio», ha añadido, además de apuntar que no se descarta pedir una reunión con los responsables del Ayuntamiento para que el anuncio se traslade directamente a la asociación de vecinos.

«No hay que plantear el derribo de Casitas Rosas como si fuese la solución» definitiva, «queremos un plan integral, una intervención» adecuada para tener «un barrio en condiciones», ha agregado. «Si solo hay una intervención urbanística, con un derribo y se pone después otro edificio ¿qué modelo de barrio se estará construyendo», ha preguntado, teniendo en cuenta «el mucho potencial» que tiene la Malva-rosa especialmente por su proximidad al mar.

De la droga al turismo

Así, el representante vecinal ha alertado de la posibilidad de que de los «problemas» por drogas y seguridad se pase a otros relacionados con la turistificación. «Nosotros no queremos ni turistificación ni exclusión social, queremos un barrio digno», ha señalado.

En el mismo sentido, se ha pronunciado Agustín Abarca, también representante de la Asociación Vecinal de la Malva-rosa. «Valoramos de manera positiva y nos alegra que el tema de las Casitas Rosas esté encima de la mesa nada más comenzar este curso político», ha dicho, tras lo que ha considerado que en ese curso «se ha de resolver uno de los problemas enquistados en la ciudad de València y, en particular, en este barrio».

«NO SERÍA CORRECTO»

Abarca ha añadido que «es necesaria e imprescindible la participación del vecindario de la Malva-rosa en un plan que afecta a este barrio» y ha manifestado que «no tiene sentido hacer un plan para Casitas Rosas sin contar con la opinión de los vecinos» de esta zona de la capital valenciana «y de la asociación vecinal, que ha estado luchando durante muchos años reclamando un plan integral» con «todas las administraciones». «Este no puede ser exclusivamente urbanístico», ha reiterado, al tiempo que ha aludido también al informe del Síndic de Greuges.

«En este momento no sería correcto que nos dejaran de lado y no tuvieran en cuenta nuestra voz. Si el Ayuntamiento quiere un plan para Casitas Rosas debe contar con nuestra participación. Nos tenemos que reunir previamente y plantear nuestras demandas y necesidades», ha expuesto.

Asimismo, Abarca ha repetido que si se acomete el derribo, «la turistificación no puede ser una alternativa al abandono actual». «No queremos ni un barrio olvidado ni uno orientado a la depredación del turismo sin control masivo«, ha expuesto.

Europa Press
Publicado en Levante.emv

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