Madrid da un paso más hacia la «Ciudad sin coches»
Al igual que ya están haciendo otras capitales europeas, el Ayuntamiento de Madrid da un paso decisivo en su objetivo de liberar el centro de la ciudad de coches para mejorar la calidad del aire.
El nuevo área se denomina Madrid Central, y será una zona de bajas emisiones que comenzará a funcionar el viernes 30 de noviembre 2018 (la alcaldesa, Manuela Carmena, retrasó la fecha para evitar que coincidiera con el Black Friday). Según explican desde el Ayuntamiento, esta medida «favorecerá al peatón, la bicicleta y el transporte público, que ganarán en protagonismo y espacio también con la reforma de calles como Gran Vía o Atocha. El distrito Centro se convertirá en un pulmón para la ciudad en pleno corazón de Madrid».
En sus 472 hectáreas, agrupa las cuatro APR (Áreas de Prioridad Residencial) actuales y amplía su espacio también a barrios como Justicia y Universidad. En su interior no habrá calles de libre circulación, salvo algunos viales con objeto de permitir determinadas incorporaciones, por lo que se elimina el tráfico de paso por el centro de la ciudad. El perímetro, que coincide con el primer cinturón de circulación de Madrid (el de las rondas y bulevares), es más intuitivo y reconocible que los actuales.
Los criterios de acceso y aparcamiento, explican en el Ayuntamiento, «primarán a los residentes, las personas con movilidad reducida y los servicios públicos y profesionales, con la novedad de que también se tendrá en cuenta la tecnología del vehículo, según el sistema de distintivos ambientales de la DGT que los clasifica en función de lo contaminantes que son».
Beneficios medioambientales
En sus 472 hectáreas, se evitarán un 37% de los kilómetros recorridos actuales y un 40% de las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante que afecta a la salud y cuyos niveles incumplen la normativa desde 2010.
«Pero el beneficio de Madrid Central no es solo un aire más limpio, sino que también supondrá menos ruido y la liberación de espacio público para dar el protagonismo a las personas que viven y visitan el distrito en un entorno más acogedor y saludable», matizan los promotores de la medida.
Madrid Central comprende casi todo el distrito Centro, en el cual se encuentran los barrios de Palacio, Embajadores, Cortes, Justicia, Universidad y Sol. Cuando se implante Madrid Central, las cuatro áreas de prioridad residencial existentes en la actualidad (Letras, Cortes, Embajadores y Ópera) se integrarán en una nueva Zona de Bajas Emisiones, de perímetro continuo e intuitivo casi coincidente con los límites del Distrito Centro, lo que facilitará considerablemente el conocimiento y comprensión de la medida, tanto por los residentes en el área como por el resto de vecinos y visitantes de Madrid.
Fomentar el transporte público
En esta nueva área estará permitido el acceso de ciertos vehículos especiales que por sus característicos o por el servicio prestado se considera que deben ser excepcionales. Por supuesto, podrán entrar los residentes empadronados, los invitados por estos, las personas con movilidad reducida, motocicletas, ciclomotores y vehículos de tres ruedas.
«Para el resto de casos, el acceso a Madrid Central está plenamente garantizado a través del mejor sistema de transporte público colectivo del país», aseguran desde el Ayuntamiento. En esta área prestan servicio decenas de líneas de autobús, seis líneas de Metro y varias de tren de cercanías y de larga distancia. Y para fomentar y facilitar la movilidad ciclista, el Ayuntamiento de Madrid ofrece el sistema de arrendamiento de bicicleta pública BiciMAD, que cuenta con 57 estaciones (actualmente están operativas 56) y 1.425 anclajes para bicicletas (operativos 1.377).
Para quienes necesiten entrar en Madrid Central en vehículo privado, siempre que sea con etiqueta ambiental de la DGT, hay dispuestas 5.946 plazas subterráneas distribuidas en 18 aparcamientos. «Con esto satisfacemos la necesidad de acceso en vehículo privado al área para no afectar a las actividades económicas del entorno como comercios, restauración, hoteles y actividades culturales», concluyen desde el Ayuntamiento.
Artículo publicado en Ethic