Materias Oscuras
Algo característico de las derechas de este país es su opacidad. Las derechas, en nuestro entorno más inmediato, Francia, Alemania, Holanda… gobiernan, idean, proponen, toman decisiones para resolver problemas puntuales, etc.
Aquí no. Aquí siempre juegan a la contra, desde que Franco era cabo; su principal misión es, oponerse a cualquier cambio o avance. Lo suyo es destruir lo que hacen otros. Se hicieron más cambios interesantes y positivos en España desde el 1931 al 1939, que en los 36 años de franquismo.
La derecha española pertenece, políticamente hablando, al espacio que, en la física espacial se conoce como la materia oscura: Introducido cualquier proyecto en el cajón de materia a oscurecer la materia oscura exhibe fluctuaciones en su densidad que van creciendo con el tiempo, y sus zonas más densas adquieren cada vez más materia debido a su atracción gravitatoria.
Una vez introducida y sujeta esa derecha con la colaboración interesada de la atracción gravitatoria de la materia oscura, esa fuerza le va llevando al centro de la masa, donde la oscuridad es absoluta. Allí, todo se confunde: la materia oscura y la derecha, ambos más oscuros que nunca, se encuentran y funden en un enérgico abrazo, se fusionan, están hechos las unas para la otra. Después, son impulsadas por la energía oscura siguiendo una distribución uniforme, con la misma densidad a través del espacio en dirección a la nada… que se mueva, o que cambie.
Esa negatividad, ese non fare niente, les impele groseramente a dejar siempre las cosas sin hacer… a no ser que se encuentren con que alguien creó algo, o que algo cambió… esas provocaciones no las digieren. En esas, los oscuros, se sienten obligados a realizar esfuerzos imaginativos para los que no están preparados; adoptar “soluciones” que ni ellos mismos logran entender ni les gustan… y, así es como, para frustrar el proyecto de la Torre de Comunicaciones que el Gobierno anterior estaba levantando en el viejo cauce del Turia, dilapidaron un montón de millones para enterrar los vastos cimientos ya realizados; se vieron obligados a abandonar el proyecto de derribo del Teatro Romano; aplaudir a aquel diputado que, después de haber votado no en el Congreso a los matrimonios gays, se casó con su novio; y… aquel Vicepresidente del Gobierno que votaba un oscuro no a la ley del divorcio ¿Cuantos divorcios lleva ya?
Y ahora, si ganan, les toca derogar. Lo primero que derogarán será La Verdad. Después, buscarán el modo más hipócrita de bajar las pensiones y el Ingreso Mínimo Vital, controlar salarios, abaratar el despido libre, derogar la eutanasia, la Ley Trans, romper de nuevo el Pacto de Toledo, privatizar la Sanidad, los Servicios Sociales… la Enseñanza…
Miguel Álvarez