No somos tontos
A pesar de estar acostumbrado, no deja de asombrarme la capacidad que tenemos los humanos para vivir fuera de la realidad. Sabemos que los medios nos informan o desinforman a conveniencia del poder, que disfrazan la realidad además de mentir descaradamente. Eso es algo de sobra conocido. Pero los pueblos podemos ser mantenidos en la ignorancia, pero no tontos. Por ejemplo: todos sabemos, por obvio, que el único problema que los españoles tenemos con Rusia es que estamos en la OTAN. Y ¿qué es estar en la OTAN? Pues básicamente significa estar a las órdenes de EEUU en aquellas guerras en que dicho país nos mete.
La de Ucrania, hasta ahora, se trataba para nosotros de una guerra de baja intensidad que no parecía poder salpicarnos ni de lejos y, a la gente, que no es tonta, nos daba la posibilidad de vivir de espaldas a esta situación continuando con nuestra borreguil “normalidad”.
Días atrás, supimos que el tal Zelenski visitó al gran jefe Biden insistiendo en que necesitaba misiles de largo alcance, que si no perdería la guerra. Eso nos hizo levantar la cabeza alarmados por dicha posibilidad, ya que no hay que ser muy listos para saber que si los neonazis ucranianos alcanzasen con esos misiles las ciudades rusas es más que posible que todos estemos caminando por la antesala de la Tercera Guerra Mundial. El susto duró poco porque, como era de esperar, toda la prensa nos hizo ver que Biden no tragaba, que no pasaba por ahí, que le daba dos palmaditas en las espaldas y lo animaba para que siguiera como iba, que lo estaba haciendo muy bien.
Tranquilizados, bajamos de nuevo la mirada a nuestras cosas: si ellos se quieren matar, que se maten… pero… ¡sorpresa! resulta que sí, que nos habían engañado otra vez, que el Pentágono les va a proveer de misiles de largo alcance. Pero la dulce y dócil prensa nos dio la noticia con menos énfasis que el resultado de un Alavés-Getafe. Total: que aquí, al parecer, no pasa ná, todo el mundo a vivir, que son dos días; no nos lamentemos: aún no nos llegan las balas; pero conscientes de que cuando lleguen tampoco pediremos explicaciones: será demasiado tarde.
¿Es una broma mordaz o pesimista pensar así? Creo que no. Estoy realmente convencido de que prácticamente todos SABEMOS que así es, que los europeos aunque no seamos tontos nos lo hacemos; que callamos; no protestamos; que, por razones que no termino de entender, no actuamos. ¿Porque nos tienen domesticados? No lo sé.
El colmo: hasta el Secretario General de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, reconoció el día 7 de este mismo mes ante el Parlamento Europeo que “Putin fue a la guerra para impedir más OTAN cerca de sus fronteras”.
Miguel Álvarez