Paramos

Este jueves, día 8M, las mujeres paramos.

Paramos los cuidados, paramos la producción, paramos el consumo, paramos lo que el patriarcado necesita que sigamos haciendo calladas y con la cabeza gacha.

Paramos por nosotras, y paramos por las que no pueden parar pero pensarán en nosotras y  colgarán sus delantales en los balcones.

Paramos para poner en evidencia a un sistema que nos impide llegar donde podemos y debemos llegar, estar y quedarnos.

Paramos para sacar los colores a quienes nos paga menos, a quienes nos pregunta en una entrevista si vamos a ser madres o no.

Paramos en docenas de países, porque el machismo reside en cada rincón donde hay una mujer.

Paramos para despertar a otras y paramos para celebrar que nosotras ya no dormimos.

Paramos por las  Isabeles, por las  Dianas y por las  Martas.

Paramos para humillar a la justicia patriarcal.

Paramos para castigar al machismo, y paramos para señalar a sus palmeros.

Paramos porque sabemos que debemos, y paramos porque queremos.

Paramos sin el permiso de nadie y lo hacemos en contra de lo que nos aconsejan los gobiernos. Paramos para demostrar que no somos objetos de su manipulación.

Paramos para visibilizar que estamos hartas, para gritar que ni una menos, para cantar que nos queremos vivas.

Paramos para manifestarnos, para inundar las calles de cada ciudad, para que se pierda la cuenta de cuántas somos ya.

Paramos para demostrar que el feminismo reside en los corazones de las grandes ciudades y en los rincones más insospechados de cada aldea.

Paramos para que se retraten los políticos y los partidos que no quieren que paremos pero se niegan a pelear por nuestros derechos con excusas que son realmente insultos.

Paramos por mí, paramos por tu madre, paramos por las hijas que aún no has tenido y por las hermanas que se fueron de aquí peleando.

Paramos porque somos el 52% de la población mundial pero en la prensa, en la tele, en las instituciones, en los puestos de poder… parecemos una minoría exótica.

Paramos porque desde todas las esferas se nos sigue viendo y tratando como a objetos manoseables, inservibles, inferiores.

Paramos por las secuestradas por la trata, paramos por las agredidas, por las supervivientes de a violencia de género, por las asesinadas, por las amenazadas, por las que aún sufren los estragos de la violencia que recibieron por ser mujeres, y paramos porque hoy son ellas, ayer otras y, mañana, yo.

Paramos por las que no os podéis levantar, paramos por las que ya no os acostáis.

Paramos para demostrar al mundo que  las mujeres sostenemos la mitad del cielo.

Barbijaputa
Artículo publicado en ElDiario.es