Así lo explicaron en el acto celebrado en València y que contó con la participación de Ana Sabater, primera presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas del País Valencià; Emilia Bolinches, escritora y autora del libro: Pilar Soler, rebelde con causas; Llum Castelló Soler, hija de Pilar Soler y María Such, Directora General del Instituto Valenciano de las Mujeres.
Se rindió homenaje a una mujer «luchadora, valiente y rebelde» que reforzó «la alianza entre mujeres y nos mostró la necesidad de trabajar juntas para conseguir los cambios necesarios para vivir en una sociedad más justa e igualitaria», dijo Amparo Martí, de la asociación de mujeres Separadas y Divorciadas durante una primera intervención. Además, se destapó un retrato artístico elaborado por la pintora Raquel labrador, que forma parte también del reconocimiento a la vida de Pilar Soler. Una mujer luchadora y rebelde.
«Su obsesión era la unidad de las mujeres», relata la escritora Emilia Bolinches, autora de la biografía de Soler a este periódico. «Es una referente feminista valenciana que dedicó su vida a luchar por la causa republicana, comunista y feminista».
Fundó el movimiento de mujeres antifascistas y defendía la unidad de las mujeres
«Fundó el movimiento de mujeres antifascistas y estaba acostumbrada a que hubiera mujeres de todos los partidos, ella promovía la unidad de las mujeres«, añade. Defendía que «todas las mujeres debían luchar juntas para conseguir una sociedad feminista«. Habría asistido muy contenta a la manifestación del 8M que llenó València ayer por la tarde, destaca Amàlia Alba, presidenta de Federació de Dones Progressistes.
Una activista práctica, no teórica, tal como señala Bolinches, que fue feminista desde sus orígenes. Hija de madre soltera «y del periodista Félix Azzati, que nunca la reconoció como tal», creció en un sistema de rechazo que ella recibía desde niña por la soltería de su madre. «
Estaban solas, desprotegidas y la sociedad las repudiaba. Vio como la miraban con indignidad desde muy pequeña y la injusticia de todo eso, lo que le llevó de forma natural a ser republicana, feminista y miembro del partido comunista», explica Bolinches a este periódico.
«La torturaron, la condenaron y tuvo a su hija en la cárcel en València en unas condiciones infrahumanas»
Activa. Rebelde. Política. Después de la guerra huyó a Alicante para partir al exilio pero la detuvieron y pasó varios años en prisión. «La torturaron, la condenaron y tuvo a su hija en la cárcel en València en unas condiciones infrahumanas», relata la autora.
Una revolucionaria feminista
Amália Alba, presidenta de la Federació de Dones Progressistes, dedicó ayer desde la distancia unas palabras a Pilar Soler i Miquel. «Ella nos enseñó la necesidad de trabajar juntas, su voz siempre era escuchada y valorada. Pilar, era una gran defensora del espacio propio de las asociaciones de mujeres. Siempre fue una referente del movimiento de mujeres. Hasta el final de sus días no dejó de participar en todos los foros y plataformas de mujeres, no se concebía una manifestación, un acto solidario, reivindicativo… sin la presencia de Pilar». El martes, 8 de marzo, continuó Alba, «Pilar hubiera participado en la manifestación, estaría identificada en el lema de la pancarta que la encabezaba Les dones fem revolució feminista porque Pilar era una revolucionaria feminista y defendería la necesidad de continuar luchando por la abolición de todas las prácticas sociales que perjudican a las mujeres, y seguro que lucharía para hacer realidad una ley abolicionista de la prostitución», concluyó la presidenta de les Dones Progressistes.
Entre entradas y salidas de prisión por sus ideas y activismo, Pilar Soler se escapó a Francia, donde permaneció 30 años alejada de su hija. Volvió en 1971 y continuó su activismo en distintas asociaciones de mujeres, como Dones Progressistes y la Asociación de Separadas y Divorciadas.
Violeta Peraita
Publicado en Levante.emv