Polémica en los presupuestos participativos de València: vecinos y oposición ven «arbitrario» el cribado de propuestas

Presentación de los presupuestos participativos Foto: Ayuntamiento de Valencia
Los presupuestos participativos de València 2025/26, entran en la fase de votación hasta el 7 de noviembre con la denuncia de vecinos y oposición que denuncian “arbitrariedad” en el cribado de propuestas
Los presupuestos participativos de València 2025/26, entraron hace algo más de una semana en la fase de votación, abierta hasta el 7 de noviembre, con un presupuesto global de 16 millones de euros dividido entre los distintos distritos. Sin embargo, esta última fase llega envuelta en polémica. Asociaciones vecinales y grupos de la oposición denuncian “arbitrariedad” en la selección de las más de 450 propuestas que han pasado a votación en VLC Participa y acusan al gobierno de María José Catalá de “filtrar discrecionalmente” iniciativas que “no encajan con su modelo de ciudad”.
La Asociación Vecinal de La Petxina ha sido una de las más críticas con el proceso. La entidad asegura que se han descartado propuestas viables por motivos erróneos o contradictorios, y que los criterios “se aplican de forma desigual” entre distritos. “Se están eliminando proyectos perfectamente posibles mientras otros en circunstancias idénticas se mantienen. Pedimos que se paralicen las votaciones hasta que se expliquen públicamente los motivos. En caso contrario, el proceso podría ser impugnado por vulnerar sus propias bases”, advierten vecinas de la asociación.
Propuestas rechazadas por «exceder el presupuesto»
Entre las iniciativas rechazadas destaca la conversión en zona peatonal integral de la Supermanzana de La Petxina, excluida por “exceder el presupuesto”. La asociación cuestiona este argumento, ya que el proyecto solicitado era la redacción del plan técnico, no su ejecución total. “En otros barrios sí se permite redactar el proyecto como primera fase, aquí directamente lo han tumbado”, denuncian.
También se ha descartado la redacción del proyecto para dos plazas en la avenida Ángel Guimerà, agrupada erróneamente —según la asociación— con otras propuestas de reurbanización completa de la avenida. “Solo pedíamos actuar en el cruce con Joan Llorens, donde el coste es asumible”, explican.
Más allá de La Petxina, son muchos otros los proyectos descartados por exceder el presupuesto del distrito. Algo que vecinos y oposición señalan que puede solucionarse mediante el abordaje por fases o apostando por la redacción del proyecto. Por ejemplo, se ha descartado sin alternativa una supermanzana de Visitación; el arreglo de aceras de la calle Ramiro de Maetzu o la ampliación de aceras en el cruce de C/Eolo-Av. Aragón-Finlandia.

Zona de la Marina de València.. Foto: JORGE GIL/EP
Otro ejemplo de medida que no ha pasado la criba es la plaza en la calle Palleter, denegada porque “no procede redactar un proyecto para un uso provisional”. Las vecinas del barrio replican que la planificación vigente permite peatonalizar la zona sin cambiar el planeamiento urbano, y recuerdan que incluso el propio Servicio de Planeamiento “duda de que la apertura de la calle prevista en el PGOU llegue a realizarse”. Además, la entidad pone en duda la viabilidad de una de las propuestas admitidas, la creación de un centro de mayores de 1.500 m² sin ubicación concreta. “Sin saber en qué parcela se haría, la propuesta carece de solidez”, apuntan.
Del mismo modo, vecinos del Cabanyal denuncian que se han quedado fuera propuestas «perfectamente viables» para el barrio como la implantación de zonas de aparcamiento exclusivo para residentes. Una propuesta que el ayuntamiento considera que debe agruparse a otra que pide la instalación de bolardos en calles peatonales del barrio pero que los vecinos consideran que se ha «mutilado incomprensiblemente» su petición.
En El Perellonet, el Ayuntamiento solo ha admitido una propuesta, para completar aceras a ambos lados de la calle Estribor, mientras ha rechazado, «por exceder del presupuesto», dos peticiones para terminar la acera -con una longitud similar de apenas 75 metros- que comunica esta pedanía con El Perelló, en un tramo muy peligroso por el que pasan muchos viandantes junto a un tramo de la carretera.
Los grupos de la oposición (Compromís y PSPV) también acusan al gobierno municipal de aplicar criterios distintos según el tipo de proyecto. “Hay propuestas rechazadas por superar el presupuesto máximo, pero en otras se permite dividir la obra en fases o transformarla en un estudio previo. Solo lo hacen cuando les interesa”, denunció la edil socialista Elisa Valía, que anunció que su grupo llevará el caso ante el Síndic de Greuges.
Una de cada tres propuestas descartada «por motivos políticos»
Desde Compromís, la concejala Lluïsa Notario subraya que una de cada tres propuestas descartadas lo ha sido “sin informes técnicos firmados o con motivaciones claramente políticas”. “Se han tumbado proyectos de peatonalización, carriles bici o espacios verdes mientras se mantienen otros mucho más indefinidos. Han hecho un cribado ideológico”, denuncia.
La edil ha comentado que «en numerosos casos, se han calificado erróneamente como espacios no municipales terrenos que sí son de titularidad pública –como un edificio en la calle San Vicente Mártir, instalaciones deportivas en Natzaret o un quiosco en Blasco Ibáñez, ha dicho–, o se han desestimado proyectos con la excusa de que ya están previstos sin mostrar ningún expediente que lo acredite». Ha hablado también de «inversiones rechazadas por etiquetarlas como gasto corriente o por falta de diálogo con otras administraciones».
A la controversia en el filtrado se suma una decisión adoptada por la Junta de Gobierno Local el 3 de octubre, que limita las propuestas de movilidad y urbanismo durante la evaluación. Para la oposición, esta resolución supone “cambiar las reglas a mitad del proceso”. Según la edil socialista, María Pérez, la mayoría de las propuestas rechazadas “tenían que ver con carriles bici o actuaciones de movilidad que este gobierno no ve con buenos ojos”. Compromís cifra en 23 las propuestas denegadas en base a esta resolución “de última hora”.
«Rigurosidad técnica»
Frente a estas acusaciones, el Ayuntamiento defiende la “rigurosidad técnica” del proceso. La concejala de Participación, Julia Climent, destaca que 458 propuestas han pasado a la fase de votación, frente a las *321 de la última edición. “Son los técnicos quienes determinan qué proyectos son viables. Hablar de discrecionalidad es cuestionar su trabajo. Queremos garantizar que lo que se vote pueda ejecutarse después y evitar frustrar expectativas ciudadanas”, señala.
El gobierno local también justifica la resolución de octubre como una medida “para asegurar la viabilidad técnica y administrativa” de las propuestas y evitar acumular proyectos irrealizables como, afirma Climent, ocurrió en mandatos anteriores, con “más de 250 actuaciones aprobadas sin ejecutar desde 2018”.
Pese a ello, vecinos y oposición insisten en que el problema no es la exigencia técnica, sino la aparente falta de coherencia en su aplicación. “En unos casos se descarta directamente y en otros se permite avanzar por fases. Eso demuestra que no se está aplicando el mismo rasero”, concluyen desde La Asociación Vecinal de la Petxina.
Pepa García
Publicado en Valencia Plaza



