A quienes quieren una ciudad mejor sin cambiar nada
Desde València en Bici-Acció Ecologista Agró queremos expresar nuestro apoyo a las medidas anunciadas recientemente por la Concejalía de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València para mejorar el servicio de autobús público en horario nocturno. Desde hace unos años, la normativa municipal de la ciudad autorizaba el aparcamiento de automóviles sobre el carril EMT-Taxi durante la noche (contraviniendo, probablemente, el artículo 94 del vigente Reglamento de Circulación, que expresamente prohíbe parar y estacionar «en los carriles destinados al uso exclusivo del transporte público urbano»). Las medidas presentadas por la Concejalía tratan de revertir esa situación y persiguen dignificar el servicio público de bus y taxi nocturnos y mejorar la seguridad y accesibilidad de todos sus usuarios. La decisión de la concejalía es, además, particularmente beneficiosa para aquellas personas con especiales necesidades de movilidad por edad, discapacidad física u otras razones. Apoyamos, por eso, la decisión y hacemos un llamamiento al conjunto de la sociedad para que asuma como propias tales necesidades y comprenda mejor el beneficio de las medidas adoptadas.
Pero desde València en Bici queremos hacer una lectura adicional de esas medidas: creemos que el modelo vial de nuestra ciudad es insostenible, porque sigue primando y favoreciendo el uso del automóvil privado sobre otras formas de movilidad y utilización del espacio público. No vamos a desgranar aquí con demasiado detalle la lista de perniciosos efectos que tiene, para una ciudad como la nuestra, la utilización abusiva e invasiva del coche particular, empezando por fuertes niveles de contaminación y ruido y pasando por la enorme accidentalidad del modelo, el despilfarro de dinero, tiempo y recursos energéticos o la desincentivación de otras formas más saludables de desplazamiento, como el caminar, el transporte público o la bicicleta. El modelo vial que padecemos en València debe transformarse en otro menos lesivo, más sostenible, más amable con las personas y con más futuro. Y esa transformación solo será posible si se aplican medidas de restricción del uso del coche, incluyendo límites al aparcamiento gratuito.
Las medidas anunciadas por la concejalía para dignificar y mejorar el servicio de autobús municipal suponen un primer paso, aunque todavía tímido, de restricción del uso del coche en la ciudad, y por eso las apoyamos. Debemos decirlo alto y claro: sin restricciones no se van a producir cambios sustanciales ni profundos en el modo en que la gente se mueve por la ciudad y vive en ella. Somos conscientes de la impopularidad de las medidas a corto plazo. Sabemos que algunas personas se sentirán perjudicadas (debe recordarse, de todos modos, que la decisión miunicipal no impide a nadie venir a València en coche y aparcar, ya sea en calles con aparcamiento libre o en parkings de pago). Pero queremos hacer un llamamiento para que todos miremos a largo plazo y comprendamos que estas incipientes medidas de restricción del aparcamiento gratuito en la ciudad acabarán beneficiando a toda la ciudadanía, incluidos los sectores comerciales y de ocio que hoy sienten que la decisión municipal compromete sus negocios.
Creemos, por último, que el concejal Giuseppe Grezzi está suficientemente legitimado para tomar las medidas de mejora del servicio nocturno de autobús: primero, por el cargo que ocupa, al frente de la concejalía competente; segundo, porque así se lo han reclamado numerosas organizaciones sociales y entidades gremiales participantes en la Mesa de la Movilidad del ayuntamiento; tercero, porque le asiste la razón normativa y legal; y cuarto, por puro sentido común y necesidad ineludible. Tenemos derecho a vivir en una ciudad mejor, más saludable, sostenible, segura e inclusiva, y apoyamos y exigimos que se tomen medidas efectivas para que esa ciudad mejor sea posible ya, sin más dilación, sin más excusas, sin paños calientes. El tiempo es, en este asunto, un lujo que no nos podemos permitir.
València en Bici-Acció Ecologista Agró
Artículo publicado en Levante.emv