«Sacudida moral al sistema» Román.
Hace unos meses, en noviembre de 2013, escribí un articulo, publicado en este mismo “blog” bajo el titulo de “La mayoría silenciosa”, en el que reflexionaba sobre la importancia de analizar tanto las manifestaciones callejeras como los silencios de la sociedad, así como la existencia de corrientes subterráneas cargadas de dolor y frustración, y la posibilidad de que las fueran urnas el canal por el que comenzara a exteriorizarse el descontento y la ira contenida. El artículo concluía con una especie de pronóstico: “Tengo la intuición, decía, de que este fenómeno (el de la mayoría silenciosa) también tendrá su reflejo en el terreno electoral y acabará alterando sustancialmente el actual mapa político que ha venido imperando en España prácticamente desde la transición política. El tiempo dirá”.
Efectivamente el tiempo ha dicho. Porque si algo podemos afirmar con rotundidad de las recientes Elecciones al Parlamento Europeo es que éstas han supuesto un auténtico varapalo, una sacudida en toda regla, al sistema de partidos políticos que ha predominado prácticamente inalterado en la últimas décadas. El modelo bipartidista, fruto de una ley electoral diseñada para facilitarlo, se ha resquebrajado y se ha fragmentado en un mosaico de formaciones mas o menos pequeñas pero que, a mi entender, reflejan con más fidelidad la pluralidad que subyace en el conjunto de la sociedad.
Es posible que alguien piense que esto es algo coyuntural, que se debe a los efectos de la denominada crisis económica y al carácter “menor” que se le atribuye en el imaginario colectivo a las elecciones europeas. A continuación se viene a declarar, con más o menos convicción, que cuando lleguen las Elecciones municipales y Autonómicas y sobre todo las Elecciones Generales, se reproducirá el esquema tradicional y las aguas volverán a su cauce. Seguro que, en estos momentos, esta cuestión trae de cabeza a más de un analista político y a las direcciones políticas de las principales formaciones si es que han conseguido recuperarse del shock que les han producido los resultados.
En mi opinión, el tema es más profundo y requiere afrontarlo desde diferentes enfoques. Desde el punto de vista del análisis electoral estaríamos ante lo que los expertos en comportamiento electoral denominan elecciones críticas o de realineamiento que suceden cuando se confirma un cambio de tendencia en el electorado cuyas consecuencias tienen largo alcance y que coloquialmente se conoce como terremoto electoral.
Pero a mí me interesa más otro enfoque, menos cuantificable en términos científicos, pero, igualmente observable, por poco que se preste atención a algunos mensajes del electorado: A) Los partidos que retroceden son los partidos sobre los que se ha sustentado el “sistema” y lo hacen bajo la acusación de ineficaces e incongruentes, (sobre todo en la izquierda), ante el deterioro de la situación social, además de corruptos en unos momentos en los que la pobreza y la exclusión social se ceban en millones de personas. B) Avanzan aquellas formaciones, de nuevo cuño o no, que propugnan una regeneración ética y un cambio radical en la manera de hacer política dentro y fuera de los partidos. C) Los jóvenes, al menos los más conscientes, aparecen vinculados a formaciones cuyos mensajes buscan transformaciones radicales de la sociedad y formas alternativas de hacer política. Es decir, los jóvenes se reencuentran con la utopía. D) El denominador común de todo este movimiento de contestación pasa por el empoderamiento de la sociedad que devuelva a los ciudadanos y las ciudadanas la capacidad de decidir su proyecto vital algo que actualmente nos ha sido arrebatado por fuerzas y organizaciones ajenas al control democrático.
Todo ello da a entender que las Elecciones Europeas han puesto de manifiesto que nuestra maltratada sociedad sigue viva y dispuesta a pelear. Que se está fraguando un amplio movimiento cuyos componentes más que de contenido programático, son de contenido moral, que ha sabido utilizar las urnas como elemento catártico para sacar los nuevos valores a pasear, que defiende que en política lo útil es lo honesto y que a los viejos y esclerotizados aparatos de los partidos les ha demostrado que también con imaginación se puede acceder al poder. Lo dicho, estas elecciones han supuesto una esperanzadora sacudida moral al sistema.
Josep Antoni Román
Filósofo y Consultor Psicológico