Señor Mariano Rajoy
Señor Rajoy, me encantaría que usted leyera este artículo, aunque ya sé que eso es imposible. Pero es que sería para mi muy gratificante poderle decir algunas cosas que pienso y que no podré transmitirle directamente…
Y es que estoy tan decepcionada con todo, que ni siquiera podría enumerar mis emociones en estos momentos… momentos, en los que a usted ya le han dado vía libre para gobernar.
Bueno, creo que la única imagen que definiría perfectamente mi situación anímica sería la de Mafalda delante de una bola del mundo, enfadada. Enfadada con el Mundo. Así me siento ahora.
Aunque no es una sensación nueva. Tristemente llevo así, con esta sensación de cabreo permanente, desde hace muchos meses, años diría yo.
Sí, hace años que salgo a las calles reclamando esos derechos que deberían estar blindados en un Estado democrático, como, presumiblemente, es el nuestro. Pero no, he tenido que salir a la calle, junto a muchas otras personas, a exigir una Educación Pública de calidad y que ofrezca igualdad de oportunidades para todos y todas. He salido a la calle a reclamar una Sanidad Pública sin recortes ni privatizaciones. También he salido a exigir que la ley de Dependencia se aplicara adecuadamente. He reclamado la abolición de la Ley Mordaza, pues no se puede consentir que se limite nuestra voz. También lo he hecho por las pensiones, que cada vez corren mayor riesgo. Y por ese tratado comercial, el TTIP, que va a perjudicar nuestras vidas y entornos. Y por las mujeres y esa Igualdad que se nos escapa. Y por el colectivo LGTB y sus derechos. Y por los refugiados, los grandes olvidados por los medios de comunicación. Me he manifestado también contra la corrupción endémica que atenaza este país… y así, durante semanas, meses, años…
Es por ello que me dirijo a usted. Para decirle que, teniendo más que claro (ya lo dijo usted ayer en su discurso) que no piensa cambiar su lamentable forma de hacer política en contra de la ciudadanía, yo seguiré estando en la calle.
Y es que, a pesar de tener usted un gobierno en minoría, ayer ya explicó que no tiene intención de derogar ninguna de las leyes polémicas que han marcado su anterior legislatura. Está usted crecido sabiendo que con Ciudadanos tiene un buen aliado y que el PSOE tiene bastante con sus broncas internas como para hacer una mínima oposición… así que gobernará bajo la dinámica que ha marcado estos últimos cuatro años: mentira sobre mentira y si eso no funciona, un poco de amnesia y a volar… Que ya sabemos la pobreza democrática en la que andamos inmersos.
Pero, consciente de que usted no piensa cambiar ni un ápice en esas políticas neoliberales que amenazan lo poco que nos queda de aquel, tan lejano, estado de bienestar, consciente que va a seguir recortando en derechos básicos y en prestaciones, consciente que su chulería va a seguir al alza (chulería que utiliza para enmascarar sus limitaciones), le digo que me va a tener ahí, como parte de esa ciudadanía activa y crítica a la que se le tiene tanto miedo (ahí está la LOMCE y la ley mordaza para constatarlo), en las calles, denunciando y reclamando. Aunque, como me apunta un gran amigo, sea una contradicción exigir esos derechos para todas y todos, incluso para los que prefieren perderlos votándoles a ustedes.
Por muy contradictorio que pueda parecer, creo que es lo más coherente que nos queda en este país.
María José Navarro.
Artículo publicado en Elperiodic.com