Adela Cortina rechaza el «combate de las ideologías» y la descalificación

Joan Romero considera que en esta crisis debe prevalecer la «democracia dialogada y el acuerdo»

Abandonar la confrontación ideológica, trabajar por una democracia dialogada y profundizar en las reformas sociales fueron algunos de los mensajes claves que se escucharon ayer en la tercera sesión de trabajo de la Comisión de Reconstrucción del Ayuntamiento de València.

La filósofa y catedrática de Ética Adela Cortina hizo un llamamiento a «aparcar el combate de las ideologías», porque tratar de «derrotar» y de «descalificar» al otro no lleva más que a la «historia horrorosa de las dos Españas, que creíamos que ya la habíamos pasado». «Y por lo visto, hay quienes están encantados en eso de que cuanto peor, mejor», lamentó Cortina, quien calificó de «nefasto» el clima de «conflicto y polarización» política que se ha creado.

Adela Cortina defendió la necesidad de recuperar la «confianza» para que funcione la ciudad, la comunidad autónoma o el país, pues el conflicto entre ideologías está generando una crispación y unos conflictos que la ciudadanía «no entiende» y hace que se sienta «muy lejana» de esa discusión.

Por ello, la catedrática de Ética propuso «ir a los mínimos que generan cohesión social» propios de una democracia «liberal social», aquella que, además los derechos civiles y políticos, tiene en cuenta también los derechos sociales, económicos y culturales, y unirse en la defensa de estos derechos.

Cortina explicó que no se puede plantear la «falsa alternativa» de «o vida, o economía», pues salvar las vidas es «esencial, pero es que la economía también es parte de la vida», y como se vaya perdiendo productividad llegará un momento en que «no se podrá vivir tampoco».

Contra la aporofobia

La filósofa destacó, por otra parte, que uno de los grandes temas de nuestro tiempo, y una de las claves de una sociedad que quiera «calidad ética», es eliminar la aporofobia, es decir, la fobia a los pobres y el rechazo a los peor situados. Y en este sentido aseguró que «atender bien a los inmigrantes da también la medida de la calidad ética de una sociedad».

Como norma general, Adela Cortina cree que en esta crisis no hay que dejar «a nadie atrás», pero ha alertado de que «no cabe crear ciudadanos subsidiados, es decir, gente que depende de un subsidio y que al final acaba prefiriendo no trabajar porque ya está suficiente subsidiada». A su juicio, el ingreso mínimo o el ingreso ciudadano debe verse «como una situación de emergencia», y a la vez tratar de «empoderar» a las personas con políticas de empleo y con capacidades que les permitan tener oportunidades y abrirse al mundo.

Por su parte, el catedrático de Geografía Humana Joan Romero defendió en la comisión de reconstrucción que, en una circunstancia «histórica» como la que ha generado la pandemia de coronavirus, «debe prevalecer la democracia dialogada y el acuerdo», aunque no tiene «ninguna esperanza» en la comisión de reconstrucción del Parlamento español.

Por el contrario, «en todas las regiones y en muchas ciudades» de España sí que se dan las condiciones para alcanzar «unas bases de acuerdo transitable», porque hay «voluntad» de acordar, dijo ante la comisión de reconstrucción del Ayuntamiento de València, donde ha pedido que pacten unos ejes hasta el horizonte de 2030-2035.

Romero se mostró convencido de que está década será «la de los Gobiernos locales», porque en un momento de «encogimiento del mundo» y de «desglobalización global», la escala local, y también la regional, «se van a fortalecer».

Publicado en Levante.emv