Albert Forment – “José Martínez. La epopeya de Ruedo Ibérico”
“José Martínez. La epopeya de Ruedo Ibérico”.
Autor: Albert Forment
Editorial: Anagrama. Año 2000
Albert Climent es doctor en Historia del Arte por la Universidad de Valencia. Quedó finalista del premio Alfaguara de Ensayo en su edición de XXVIII. Ha publicado numerosos artículos sobre arte, libros de cuentos y algunos trabajos más sobre Josep Renau en su exilio mexicano.
Jesús Amor, hermano de José Martínez Guerricabeitia, le hizo el encargo al autor de este libro de investigar sobre la vida y la obra de su hermano. Jesús Amor se convirtió con el tiempo en un mecenas de arte y promotor del Museo de Arte de Cuenca junto con Antonio Saura, mientras que José se convirtió en un editor de primer nivel.
Este trabajo de investigación le llevó a escrutar no solo la biografía de José Martínez, sino a recoger el enorme esfuerzo que supuso poner en marcha una editorial en París. Esta editorial fundada por él con la ayuda de otros socios, se denominó Ruedo Ibérico. Con el tiempo se convirtió en la editorial de referencia de la oposición política al franquismo desde el exilio. Tan solo podían llegar sus publicaciones a España de manera clandestina. Ruedo Ibérico junto con otras pocas editoriales de América Latina, como Losada editada en Argentina, o algunas más editadas en México, como el Fondo de Cultura Económica, constituyeron los referentes políticos para todos los españoles deseosos de ver y leer libros lejos de la sombra del Régimen. La gente apenas podían ponerse al día para consultar y seguir la actualidad literaria, histórica o política que estas editoriales El poder inmisericorde de la larga censura duró desde 1939 a 1977. Muchas de estas publicaciones cubrieron a duras penas la avidez de los interesados para burlar los pocos poros que tenía el sistema.
José y Jesús Amor eran dos hermanos oriundos de Villar del Arzobispo (Valencia). Jesús fue un militante anarquista de la CNT. Desarrolló su vida en trabajos de imprenta y fue escritor, redactor y editor. Nació en 1921 y murió en 1986. Trabajó desde muy joven porque no había muchos recursos en casa. Su padre era minero. Llegada la guerra se alistó en las juventudes libertarias, participó en el frente del Ebro y al final de la guerra fue detenido y encarcelado. Siguió militando en la clandestinidad convirtiéndose en miembro del Comité Nacional de JJLL. Detenido de nuevo y torturado por la policía política, logró escapar y pasar a Francia en 1948. Trabajó allí en varias imprentas, acabando por servir en la editorial Masperó, una famosa editorial francesa, logrando ganarse la vida y compatibilizar el trabajo y los estudios de historia en la Sorbona donde conoció a Pierre Vilar y a Tuñón de Lara como profesores de Universidad.
Durante esos años en París fomentó los encuentros con los líderes y cuadros militantes republicanos de todas las tendencias, anarquistas, socialistas, comunistas, republicanos y liberales, contactos que le sirvieron de gran valor mientras daba rienda suelta a futuros proyectos. Era una mente incansable. Tan solo esperaba ansioso la oportunidad de hacer realidad sus sueños.
En 1961 consiguió sacar adelante una idea que le rondaba que consistía en hacer posible la creación de una editorial de carácter antifranquista con la ayuda de algunos amigos y socios, entre los cuales estaban Nicolás Sánchez Albornoz, Francisco Farreras y Ramón Viladàs.
El objetivo de Jesús Martínez era contrarrestar la propaganda franquista mediante la creación de una editorial y dirigir proyectos editoriales para que impactaran en diversos campos del saber, no solo de Historia, sino de otros contenidos y materias siempre que estos tuvieran la capacidad de hacer frente a la Dictadura. Pretendió acoger en sus manos todas aquellas obras que no tuvieran espacio para su publicación en España y hacerlas realidad en Francia.
Uno de los primeros libros que se publicaron fue el Laberinto español de Gerald Brenan y la Guerra civil de Hugh Thomas que tuvieron notable éxito y predicamento. Otro libro capital en varios capítulos fue La Historia de España de Tuñón de Lara. Tuñón de Lara era otro notable exiliado que acabó encontrando su sitio en Francia después de los años 40. La presión del régimen acabó arrancado a los pocos antifranquistas que fueron aplastados en los primeros años de la Dictadura. En el caso de Nicolás Sánchez Albornoz su llegada al país vecino fue precedida de una fuga espectacular del campo de concentración de Cuelgamuros. Uno de los empeños del editor fue convencer al líder anarquista Juan García Oliver para que escribiera sus memorias desde el exilio americano. (El eco de los pasos) Al final lo consiguió, ancanzando notable éxito en su momento Otra publicación de gran mérito fue publicar la obra de Herbert R. Southworth, un hispanista norteamericano, poco conocido en España especialista en la guerra civil española. Esta obra impactó de tal modo en los círculos de la Dictadura que las autoridades franquistas tuvieron que tomar cartas en el asunto para contrarrestar ese material y encargar a Ricardo de la Cierva un relato concordante con la propaganda del Régimen.
Una vez puesta en marcha la aventura de la editorial en los primeros años, José Martínez decidió ampliar el abanico de publicaciones con la creación de una revista denominada “Cuadernos de Ruedo Ibérico” que acabó acogiendo a innumerables plumas tanto en la revisión de textos, como en la confección de los mismos.Contó con la nómina de autores como Ignacio Fernández de Castro, Jorge Semprún, Juan Martínez Alier, y sobre todo, Pascual Maragall y Luciano Rincón. Él mismo, y su mujer, Marianne Brull colaboraron y escribieron artículos para varios números. En la revista también hubo aportaciones de dibujantes, pintores e ilustradores que ayudaron con su ingenio a incrementar el valor del resultado. El propio Nicolás Sánchez Albornoz y Juan Goytisolo reconocieron, en diversos momentos el extraordinario predicamento de esta obra puesta en pie por el autor. Las angustias para sobrevivir y pagar las nóminas fueron una constante en la vida de José Martínez. Pasó por incontables apuros económicos. En 1971 acudió a la feria de Frankfurt, el mayor certamen de libreros y ofertas editoriales, cosechando un notable éxito.
Llega 1975. La editorial en París sufrió, además, un atentado con bomba. El explosivo se supo que fue perpetrado por elementos de extrema derecha. Fueron innumerables los títulos que publicó desde el inicio este editor desde París. Su distribución fue variable y diversa. Muchos circularon clandestinamente a través de la frontera con la ayuda de ciertos libreros. Muchos particulares se empeñaron en romper el cerco, haciendo pasar los libros clandestinamente, usando para ellos sus propias valijas a pesar del riesgo de ser descubiertos. La detención suponía el procesamiento y la acusación de ser autores de una figura penal de propaganda ilegal. El Tribunal de Orden Público (TOP) imponía a los acusados severas condenas de prisión.
Con la llegada de la democracia José Martínez Guerricabeitia decidió cerrar su obra editorial en París y trasladar la iniciativa a España. Fue un notable fracaso. Al cabo de unos años, sin ayudas, en 1982 tuvo que cerrar y liquidar el negocio. Murió en 1986 bastante olvidado después de esta larga aventura empresarial y política que tuvo un éxito notable en el París que lo acogió y que le dio la gran oportunidad de hacer realidad sus aspiraciones y objetivos políticos.
Incluso en los últimos años tuvo que ganarse la vida con una cierta precariedad como profesor de francés en el Ateneo y en otras instituciones. Incluso su muerte fue un tanto extraña. Su cuerpo fue encontrado muerto en 1986 por envenenamiento por monóxido de carbono. El trabajo de Albert Forment, el autor de esta investigación, es un trabajo riguroso, muy documentado y de un valor considerable. La obra de José Martínez Guerricabeitia merece el reconocimiento de todos los ciudadanos y es un ejemplo de perseverancia y compromiso con la Historia y con la memoria de este país.
Pedro Liébana Collado



