Muñecas rotas
Los días, atravesados de sol inmisericorde. Muchos, uno tras otro y en todos ellos el polvo hermano del aire seco. La casa siempre impoluta, en su centro el fuego vivo y a su alrededor la risa correteando con el juego, inocencia quebradiza. «Por favor, no, aún es niña». El bofetón del marido es […]