El gentleman que meaba colonia se perfumó con pólvora
Tras el abrupto epílogo de Miguel Blesa nunca estuvo más justificado proclamar aquello de que murió como vivió, al menos en esa prolongada etapa en la que el gris inspector de Hacienda se transformó, apadrinado por su amigo Aznar, en un banquero de británica elegancia y gustos carísimos. Es difícil escudriñar lo que lleva […]