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Manuel Vázquez Montalbán – “Galíndez”

“Galíndez”

Autor: Manuel Vázquez Montalbán

Editorial: Seix Barral. Año: 1990

Manuel Vázquez Montalbán fue un periodísta y escritor nacido en Barcelona en 1939 y muerto en Bangkok en 2003. Fue un autor muy reconocido por cultivar diversos géneros, entre ellos, la novela negra. A través del protagonista Pepe Carvalho y su ayudante, Biscuter, nos dió a conocer las cloacas y las intrigas de los bajos fondos de su ciudad. Cultivó también el ensayo y la crítica periodística desde periódicos y revistas satíricas con su visión ácida de la realidad social y política española desde una mirada rigurosa y analítica.

En este caso, el esfuerzo de esta narración se ha centrado en el estudio del secuestro, tortura, y finalmente, asesinato del dirigente del PNV, Jesús de Galíndez en 1956. Su calvario se desarrolla después de ser secuestrado en las calles de Nueva York. Galíndez era el hombre designado por Aguirre el Lehendakari vasco en exilio, como representante de los nacionalistas vascos ante el Departamento de Estado norteamericano. Su presencia, sus críticas y sus informes incomodaban mas al dictador Rafael Leónidas Trujillo, que desde la República Dominicana vigilaba su predio como un centinela, apoyado en una larga y férrea dictadura.

Aunque Trujillo accedió a acoger en los primeros instantes al exilio español republicano, pasado un tiempo comenzó a recelar de su presencia, y presionado también por la dictatura de Franco, comenzó a tejer ciertas cautelas que progresivamente determinaron un clima cada vez mas asfixiante. Prueba de esta progresiva deriva del régimen de Trujillo con la emigración quedó acreditada por varios exiliados republicanos, entre ellos por Vicent Llorens desde su personal evolución primero en la isla, y luego en Nueva York.

En este escenario de desarrolla la acción de esta novela basada en un hecho real que es calificada por Jorge Martínez Reverte como la mejor de la producción literaria de éste autor.

Galíndez era un abogado originario de Amurrio, lleno de contradicciones y de un comportamiento poliédrico. Su primer misión fue colaborar con las autoridades americanas, primero con la CIA para conseguir el apoyo del Departamento de Estado Norteamericano con el objetivo de lograr que éste propiciara una intervención en la politica española, estableciendo apoyos en favor del nacionalismo vasco, y desde ahi, propiciar iniciativas para el derrocamiento del régimen de Franco. Luego asumió, a cambio, su papel de informador de los movimientos comunistas durante la guerra fría. Este concepto en ese tiempo de los años cincuenta abarcaba ideologías izquierdistas más amplias, no circunscritas exclusivamente al comunismo convencional. Y la tercera faceta descansaba en su papel de informador de la situación política en la República Dominicana y de su régimen político.

Las dos primeras facetas le situan en medio de una tormenta y el último de los apartados el más comprometido, fue el que le condujo a la muerte. Es la vida de un héroe singular dentro de un nacionalismo vasco que años atrás en la guerra civil española, se entregó en Santoña a las unidades militares del Duce dejando a la República española en la estacada al entender que aquella guerra ya no era la suya.

De cualquier modo su sacrificio adquiere un significado singular en medio de la oposicion política al franquismo del momento. Es un personaje empecinado en defender unos ideales que cree son válidos a la luz de como se han conducido los acontecimientos históricos y políticos, hasta el punto que encontró en ellos la muerte.

Vázquez Montalbán recoge en la novela la información y el estudio de una investigadora norteamericana obsesionada en seguir la trama en que se vió inmersa el personaje. Una intriga que aún coleaba incluso en los años 80 cuando la investigación académica tuvo lugar.

La trama se llena de conductas dudosas, y personajes vinculados a diversas intrigas. Son personajes ambiguos, emboscados y equívocos, vinculados a los acontecimientos oscuros que luego hemos visto reflejados en conspiraciones y en la guerra sucia que ha teñido la historia de muchos países hispanos. En algunos casos las conspiraciones han derivado hacia asuntos de una gravedad severa como el magnicidio de Kennedy, o el asesinato de su hermano, Fiscal general de USA. También puede computarse en este apartado el golpe militar en Chile contra Salvador Allende. Algunos autores han contribuido con su relato a esclarecer algunos extremos, al menos, parcialmente alguno de ellos, acontecimientos que incluso han quedado recogidos en varias cintas cinematográficas

La novela de Vazquéz Montalbán es un híbrido entre la novela política y el thriller historico en cuyo ámbito discurre el exilio  En ese ámbito los instrumentos son expeditivos, y el mundo de los servicios de inteligencia se desarrollan en dos tiempos diferentes. El tiempo del personaje oscuro y complejo de Jesús de Galíndez, y el de Muriel Colbert, la estudiosa norteamericana que investiga y airea los hechos en los años ochenta.

El trabajo de Muriel Colbert era un trabajo académico encargado por el jefe del departamento que recibió el título de  “Etica de la resistencia”, como referencia despertada por los acontecimientos de los años 50, cuando muchos ciudadanos fueron perseguidos bajo presión de la comisión de Mc Carthy en el seno del Congreso norteamericano. Esta persecución fue un episodio feroz en el seno de miembros destacados del mundo de la cultura, la ciencia y la política de su tiempo y dejó una profunda huella en la sociedad norteamericana. Muchos de los datos necesarios para rehacer esta obra tan singular, se encontraban recogidos en los archivos de la Universidad de Columbia y otros deberían ser recaudados en sus pesquisas por la investigadora a través de su plan de trabajo.

La mezcla de investigación, la ficción narrativa, y la reflexión sobre los hechos adoba el relato de modo que es difícil distinguir lo real de lo impostado, generando en ese híbrido una novela de gran calado. La obra fue premiada con el Premio Nacional de Narrativa de 1991.

Jesús de Galíndez fue secuestrado el 12 de marzo de 1956, en plena Quinta Avenida de Nueva York. Su figura y reconocimiento se encuentra presente en Amurrio, en un monolito de piedra en forma de galleta y una leyenda que indica la huella de Muriel Colbert y el Departamento de Historia Contemporánea. Universidad de Yale. Es un homenaje de sus paisanos a su memoria. Un mártir de la patria vasca. Un amurriotarra orgulloso de la tierra y de sus antepasados, oriundos de Amurrio, aunque naciese en realidad en Madrid, en 1912.

Jesús de Galíndez, perdió a su madre siendo un niño, quedando al cuidado de su padre médico. Estudió derecho en Madrid y al llegar la República ya militaba en las juventudes del PNV. Al producirse la guerra civil sus servicios como abogado fueron requeridos por Manuel de Irujo, dirigente del PNV que ostentaba la cartera del Ministerio de Justicia del gobierno republicano. Aprovechó su puesto para salvar en el Madrid ocupado a algunos detenidos vascos de manos de los incontrolados. Marchó al exilio al final del conflicto y después de pasar por Francia, se asentó en la República Dominicana, donde ejerció como profesor de Derecho y como abogado laboralista. En ese tiempo se interesó por el régimen político de Trujillo tanto en sus origenes como en su evolución y contradicciones, haciendo acopio de la documentación suficiente como para documentar una tesis doctoral.

En 1946, el régimen dictatorial fue estrechando su cerco a los exiliados republicanos españoles, por lo que decididó, como tantos otros, abandonar la isla, para establecerse en Nueva York. Allí colaboró con la ONU como abogado en el organismo de reciente creación y con el departamento de Estado Norteamericano, en la configuración de grupos antifascistas de origen vasco asentados en USA y contrarios a Franco. El trabajo sobre el régimen de Trujillo quedó pendiente de presentar para su lectura en la Universidad de Columbia porque en esos momentos, después de abandonar Galíndez el salón 307 de esa Universidad, fue secuestrado por sicarios al servicio del dictador en la Quinta Avenida de Nueva York, sin que se supiera después su paradero. Nunca apareció su cadaver y nunca se supo el final de la historia.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    Pedro Liébana Collado

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