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Rosa Regás – “Música de Cámara”

“Música de Cámara”
Autora:Rosa Regás
Editorial: Seix Barral. Año: 2013

Rosa Regás, nacida en Barcelona en 1933, es una escritora, periodista, traductora y editora española, que atesora varios premios literarios como el Nadal, el Planeta, el Biblioteca breve, y otros muchos reconocimientos, incluido, el de la Legión de Honor de Francia y el S. Jordi. Su obra literaria es amplia. Fue también directora de la Biblioteca Nacional.

En Música de Cámara la autora nos situa en su inicios en Toulouse.El lector encontrará la mirada de una niña en el entorno de los 12 años que abandona en tren la estación de ferrocarril de esta ciudad acompañada de una familiar. La tía Inés, ha tenido que hacerse cargo de su tutela. La muerte de sus padres en un accidente ferroviario en Francia le han cambiado la vida. Su tía ante la falta de otros parientes decide llevársela a Barcelona.

Corren los años 40. A finales de esa década el exilio francés supone y sigue siendo una maldición en la memoria de los que tuvieron que salir a finales del 39, fruto del final de la guerra. La niña, había conseguido criarse en una familia modesta, pero feliz, arropada por la colonia de anarquistas españoles de la capital del exilio en el sur de Francia.

La inserción en este nuevo destino en la España franquista, obliga a las protagonistas a acoplarse a un medio hostil por sus antecedentres republicanos de procedencia. Muy limitados por los ingresos, la Tía Ines, una empleada de correos y telégrafos, hace denodados esfuerzos para acometer las nuevas obligaciones con los recursos necesarios. Es preciso contarlos muy bien para sobrevivir. En este nuevo sustrato cuentan con la ayuda de un pariente que colabora en la atención de ambas, tanto en su mantenimiento como en el soporte moral. Es un viejo anarquista que se esconde bajo identidad falsa de los embates de la polícia política.

En este nuevo ecosistema, Arcadia niña, alcanza a continuar sus estudios y disimular su procedencia. En este caso, un mundo anterior a sus vivencias y nueva vida sumadas a su condicion de huérfana, la empujan a practicar el disimulo, a aislarse, convirtiéndose en una adolescente introvertida y poco participativa respecto a un entorno que le era ajeno. Tiene, por tanto, que aprender a adaptarse a la nueva situación.

La atmósfera que destila la novela es muy representativa de la Barcelona de postguerra, oscura y difícil, de los barrios de aluvión en que conviven muchos nuevos inmigrantes ante la riqueza ampulosa de los poderosos, detentada por los vencedores de la guerra civil. Son dos vidas que no suelen encontrarse, entre las áreas burguesas de la parte alta de la ciudad y los barrios modestos, cuando no miserables del contorno.

En ese contexto, la joven Arcadia aficionada a la música, cultiva la viola como un instrumento en el que vuelca sus esfuerzos incluso después de su aprendizaje en el colegio. Es una afición que ya cultivaba en Toulouse y del que esaba prendada. La música era muy importante para ella en esos años.

Alcanzada la mayoria de edad, conoce a un joven a la salida de las clases de música. El afecto y la complicidad de ambos se va estrechado y acaba por sucumbir a sus atenciones. Descubre con el tiempo que Javier es de buena familia, hecho del que el muchacho no hace ostentación. Estudia Derecho y desea independizarse de un padre poderoso e influyente en el seno del Régimen politico. Su propósito es alcanzar una cierta autonomía de su entorno familiar. Acaban casándose en 1954 por la Iglesia. Son los momentos álgidos en que la supeditación de la mujer al marido viene marcada por el ambiente nacional-católico que empapa el país.

La autora retrata muy bien el papel de servidumbre de la mujer, su escaso papel social, los rasgos tan feroces que el franquismo impregnó a las instituciones y a los sujetos, lo que afectó a la vida de las parejas durante décadas. El modelo de familia, las limitaciones de la mujer respecto al marido, el papel desigual que ocupaban ambos cónyuges en la vida íntima. Todo sirve para que la autora dibuje con precisión el contexto de supeditación al rígido código moral y por tanto, fijado por omnimodo poder eclesiástico. A ese amplio influjo que tuvo que supeditarse la nueva pareja. Todos los rincones de la sociedad estaban limitados por ese poder religioso. A las diferencias sociales de partida se añadieron los protocolos de convivencia mas árduos si cabe. De ahí los contratiempos y tribulaciones sociales que tuvieron que soportar. Entre estos la autora describe los encuentros periódicos de unos ejercicios espirituales para parejas bajo la tutela eclesiástica cuyo objetivo era vigilar periódicamente el cumplimiento del buen hacer de acuerdo con sus principios. Dichos ejercicios componían una prolongación de la tutela escolar, religiosa, que había permitido troquelar en ellos influencias y compromisos.

El asunto se complica aún más con el compromiso franquista del padre del novio, que impone y dirige los pasos de ambos. La autora se detiene a describir someramente la poderosa relación de muchos personajes del franquismo en el desarrollo de la ciudad, singularmente durante el mandato de algunos alcaldes de Barcelona, momentos del gran emporio de la burguesía basados en los grandes negocios inmobiliarios.

El asunto se complica cuando Adriana una vez casada desea continuar con su vocaciòn musical. Ante la velada prohibición decide emprender otra actividad en un gimnasio con el fin de participar en unos campeonatos deportivos. Nuevamente comprende que su espacio vital se achica y se vuelve a cerrar en siu misma cayendo en la meláncolía y en una depresión. Son momentos en que pierde ilusiones y esperanzas. En medio de ese devenir tiene un amor furtivo con una amigo de su marido, resultado del cual sufre un chantaje. La indiscreción del amante perteneciente al círculo de amistades comunes con su suegro, abre la opción a la desconfianza de éste hacia Arcadia, incluso con chantajes. Esta presión que le formula su suegro a espaldas de su hijo, acaba por impulsar su huida provocando la ruptura de la pareja con el desenlace final. Coincide el momento con la detención del viejo anarquista por la policía política y su defenestración en la comisaria de la Via Layetana. En esos tiempos algunos policias como los hermanos Creix se convirtieron en la maldición de la oposición antifranquista de Barcelona.

La autora, de nuevo, nos coloca ante el espejo del adulterio en ese momento histórico. La mujer puede cometer un delito penal si practica el adulterio y va a la cárcel si el marido la denuncia. En cambio, el varón queda exhonerado de toda responabilidad penal si es él autor del mismo. No hay divorcio, ni separación legal reconocida y la realidad de muchas parejas que sintieron que su relación había concluido, no podían separarse formalmente. La autora describe la gravedad de dos seres que se han distanciado.

El tramo final de la obra conduce a reencontrarse en el tiempo 24 años después en la Barcelona de 1984. Hay nuevas coordenadas de libertad, libertades que consagró la Constitución de 1978. Es el momento del encuentro fortuito de los viejos cónyuges en un concierto del Liceo. Es un instante de reconciliación y reflexión sobre su vida pasada, Javier le ofrece conversar en su casa. Descubre las circunstancias de la huída de Arcadia y de la pérdida de su relación. Sospecha que se motivó por una tercera persona pero ignora el chantaje. Ambos viven otras vidas ya, ella en Brest como profesora de música y el casado y divorciado con dos niños, cuya tutela alterna con su madre.

En esta ocasión, la autora aborda las limitaciones sociales, económicas y políticas que marcaron la transición de la dictadura a la democracia y que condujeron a poner fin a la dictadura, pero con todo el poder del franquismo casi intacto. Es un debate que enfrenta a los protagonistas en el contexto de las vivencias de los últimos 24 años, espacio que los ha separado. Hacen un recuento de sus nuevas coordenadas y de las nuevas circunstancias.

La autora nos coloca ante un espejo, ante las dificultades, penalidades y cesiones que han tenido que hacer las personas para su superviviencia. Es un retrato feroz del franquismo y de los sacrificios realizados en medio de la supervivencia de sus protagonistas y de lo que se han dejado en el camino.

Pedro LIébana Collado

 

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