Banderas y otros trapos
Se llaman capotes y muletas los trapos usados para engañar a los toros en corridas y capeas cortijeras protagonizadas por profesionales y también por aficionados llamados comúnmente maletillas. Las corridas de toros, según la mayoría de autoridades competentes, las han dado en llamar pomposa y orgullosamente La Fiesta Nacional. Aquí, en este país no somos tan vulgares y ramplones como por ejemplo los franceses, que celebran el 14 de julio como Fiesta Nacional, en conmemoración de la toma de la Bastilla y la instauración de la República o lo que es lo mismo: el fin de la monarquía. Aquí la Fiesta Nacional tiene un cariz lúdico y festivo y hay quienes dicen que es muy divertida: a cada dos por tres se matan 6 toros 6 y todo el mundo contento, menos los malos españoles y aguafiestas entre los que me cuento.
Los capotes, muletas o cualquier otro trapo que se utilice para torear son rojos porque parece ser que los colores llamativos hacen que los toros embistan más impetuosamente a la nada, al engaño. Los toros son normalmente animales pacíficos y nobles, de hermosa estampa y tranquila actitud, animales que pasan de los seres humanos a no ser que se les provoque. Son animales muy cercanos y muy de nuestras tierras, muy de nuestra cultura mediterránea, y han llegado a ser la estampa que identifica a nuestro país. El toro de Osborne es un ejemplo muy conocido de lo que estoy diciendo.
Los toros tienen pocas luces y mucho instinto, por ello, por el instinto de defensa, embisten cuando se les enseña un trapo colorado. No piensan, reaccionan tal como los toreros esperan. El vocablo “toreado” viene de ahí aunque parece, por su uso, que no tenga mucho que ver con los pobres animales.
Como decía existen distintos tipos de capotes según como se piense utilizar. A muchos de esos trapos se le suelen llamar banderas y las hay de muchas clases, medidas y colores. Todas sirven para lo mismo, para provocar embestidas, pero cada una de ellas en una dirección distinta o contraria a las otras, por ello, si no desde que el mundo es mundo sí desde el principio de la Historia, las banderas, al igual que las muletas, son los trapos que, hábilmente manejados, controlan y provocan las peores embestidas que los humanos y los toros nos proporcionamos unos a otros.
Si los humanos, a los que se nos supone (aunque sea algo no demasiado bien comprobado) una capacidad de raciocinio superior a los toros, pudiésemos controlar y supiésemos evitar que el instinto primase sobre la inteligencia, evitaríamos entrar a los trapos y no se producirían las masacres que vemos todos los días en las noticias. Es más, si al menos fuésemos más racionales que los toros, sabiendo lo que ellos, pobres animales, no pueden saber y es que detrás de cada muleta hay un estoque escondido, un estoque que nos está esperando escondido detrás de la tela, podríamos hacer lo que los pobres animales necesitan pero que ellos no son capaces de hacer: en vez de entrar al trapo embestir al que lo maneja llevándoselo por delante. Se acabarían las corridas de toros y también las guerras.
Miguel Álvarez
octubre 9th, 2017 at 7:12 pm
Brillante articulo Sr Alvarez con el que estoy completamente de acuerdo. El problema, entre otros, es que no somos conscientes que desde que nacemos hasta que morimos, cada dia, siguen robando nuestras vidas(como advertia Jose Mujica), y que nos quedamos en el confor de la ignorancia y la indiferencia.