Mírala, otra señorita alardeando de puta en la playa
Hace unos días, un camarero me llamó señorita. “Señorita, ¿quiere usted hielo?”, me preguntó. Dios, qué momentazo, acostumbrada desde hace unos años a que me llamen señora. Fue como cuando te pones una de esas ampollas para eliminar de inmediato las líneas de expresión -en otro tiempo llamadas arrugas- y en un instante descubres que […]