Gregorio Morán – “El cura y los mandarines”
“El cura y los mandarines”
Autor: Gregorio Morán
Editorial: Akal. Año: 2014
Gregorio Morán es un periodista español nacido en Oviedo en 1947 que comparte aún sus tareas como columnista con su actividad literaria.
Sus obras se pueden enmarcar entre los textos que no dejan indiferente al lector. Desde sus biografías sobre Rafael Barrett, Ortega y Gasset, o Adolfo Suárez, hasta sus obras más de análisis sobre la transición española, su pluma es acerada y crítica en el fondo y en la forma de todo lo presentado.
En Asombro y Busqueda de Rafael Barrett, el autor estudia la vida y aventuras era un anarquista y escritor que empeñó buena parte de su vida en América Latina en el siglo XIX. Al final de sus días volvió a Europa para morir en Arcachon (Francia) enfermo de tuberculosis en 1910.
En el caso de Ortega y Gasset, Morán le didicó un libro El maestro en el erial que constituye un alegato desmitificador del filósofo sobre su vida, sus contradicciones y su afan emboscado de alcanzar fama y poder. En el caso de Adolfo Suarez, el autor se detiene en sus virtudes y sus defectos y en ese papel histórico que jugó de prestigitador que vendió a los españoles aquello de la ley a la ley para desmontar una dictadura para llegar a la Constitución.
Otras de sus obras ha vuelto la mirada a su propia militancia en el partido comunista de España (PCE). Esta obra puede considerarse uno de los mejores relatos relacionados con la existencia de este partido en España, constituyendo un descarnado relato de sus vaivenes, de sus lados oscuros y de sus momentos brillantes.
En este caso, la afilada pluma del autor se dirige a algo mas prolijo y sesudo como es un paseo por la historia cultural de este país y la hibridación entre cultura y política de muchos de sus protagonistas desde 1962 hasta 1995.
Este complicado trabajo de repasar autores e influencias en la cultura española de esos años le costó a Gregorio Morán 10 años de su vida tras documentar muchos de los extremos que se contienen en el texto. El propio autor reconoce que esa inquitud que anidaba en sus entrañas sin encontrar la luz, se vió ampliamente estimulada con el trabajo de análisis que hizo del papel de Ortega y Gasset en la vida politica e intelectual de España desde que formó parte de la Asociación al Servicio de la República hasta su muerte. Es la historia de un liberal en su viraje posterior hacia posiciones mas conservadoras, hasta que su retorno del breve exilio en el extranjero le empujó a recuperar su posición dominante en la Universidad española. El periplo acabó frustrándose y capotando sus ambiciones ante el régimen franquista. El Dictador, receloso de su pasado y su compromiso republicano le vetó en todos sus proyectos a pesar que sus hijos militaron y se comprometieron en el golpe de Estado. La figura de Ortega en sus últimos años ya no era la del comprimiso personal con la llegada de las libertades de 1931.
Este estudio de Gregorio Moran sobre la evolución de la cultura desde los años de franquismo puro y duro de la revista Escorial nicho y refugio de los falangistas menos conformistas con el reciente y victorioso Movimiento Nacional, hasta la democracía e incluso después está tachonada de anécdotas y detalles muy sabrosos. En ella figuran los despegues mas contestatarios y comprometidos con la oposición al régimen propios de los años sesenta y setenta hasta la transición. Otro episodio singular son sus reflexiones y el análisis de los años posteriores a la democracia.
Para el desarrollo de la trama el autor toma como referencia un hilo conductor, la historia de un personaje que fue cobrando vuelo progresivamente como muñidor de muchos actos y autores desde 1962 hasta alcanzar el estrellato con su matrimonio con la Duquesa de Alba. Se trata de Jesus Aguirre, jesuita e intelectual singular, sobre el que el autor derrama su capacidades como la salsa presente en todos los platos de los autores más significativos de ese período. Hay una biografía estimulante de sus virtudes y sus defectos escrita por Manuel Vicent del que Gregorio apunta que es como una paella por tener en su exposición todos los sabores y gustos que ilustran la polifacética vida de su personaje. Un jesuita trasmutado en Duque en un proceso que Gregorio Moran señala como un acto de prestidigitación progresiva que encandiló a la que luego sería su esposa.
El arranque de porque la obra se produce en ese período desde 1962. El autor señala la fundada referencia política del encuentro en Munich de la oposición a Franco. Es el primer encuentro de la reconciliación de la oposición política española de derechas ( Gil Robles y otros ) con las izquierdas (republicanos y socialistas), no estuvo presente el PCE, que no fue invitado. Es el momento que el autor señala como referencia el final de facto de la guerra civil al encontrarse en los salones del encuentro las figuras políticas mas enfrentadas de partida en el mortal enfrentamiento que llevó al final de la II República.
Por otro lado, 1962 fue la fecha de arranque de las huelgas de Asturias que marcaron un punto de arraque del movimiento obrero en la búqueda de su propia identidad con reivindicaciones solidas y bien armadas. Es también el momento de la creación de CCOO en el panorama sindical del país.
Ambos hitos son según la cronología del autor, contituyen la referencia sobre las que se fija el punto de partida de sus reflexiones.
El texto una vez concluído sufrió la incompresible mordaza de la censura por la editorial Planeta al pedirle esta que dejara caer una docena de páginas de un texto de mas de 800 .Estas páginas deberían ser cambiadas previamente a su publicación. El motivo descansaba en la referencia que el autor mostraba respecto a la obra y referencias biográficas del entonces Presidente de la Real Academia, un poderoso e influyente personaje en la política editorial de Planeta. García de la Concha es una de las referencias que acuña el autor sobre el papel del mandarinato que algunos personajes que han pretendido ejercer en la literatura española. Su influencia provenía de los cenáculos políticos e institucionales y de su presencia en los salones oficiales.
Victor García de la Concha habia sido retratado de manera inmisericorde por Gregorio Moran y esto no le fue perdonado por el interesado y por su amigo, el editor de Planeta. Después de un cierto forcejeo, el autor buscó a la editorial Akal para hacer visible su trabajo abandonando con ello la idea inicial de publicar en la que hasta entonces había sido su referencia favorita.
De manera sumaria el autor observa en el texto como todos los personajes estudiados que desfilan y van derivando en su trayectoria personal y politica desde su origen donde lucen perfiles antifanquistas, o liberales, hasta que poco a poco van evolucionado hacia posiciones sino más conservadoras, más institucionales, en un denodado esfuerzo por asentarse en los nuevos tiempos que se esperan con denuedo y esperanza.
Son especialmente precisos en sus ambiciones y conductas los perfiles descritos de Dionisio Ridruejo, Camilo José Cela y Pedro Laín Entralgo, sin dejar de lado las figuras emergentes de la rive gauche en los años sesenta y setenta en Cataluña que el autor conoce muy bien. Son muchos años viviendo en Barcelona donde el autor cuajó en su oficio como periodista y conoció a muchos de ellos.
La narración está plena de semblanzas, en ocasiones, descarnadas y en la mayoria de los casos cargadas de aceradas y afiladas críticas, marcando para personaje sus circunstancias y las referencias mas reveladoras. Es un desfile de personajes del mundo cultural, imprescindible para conocer el alcance de lo que representan.
Esta es una obra sólida, bien documentada y justificada para cada una de las afirmaciones que contiene. No deja de haber fundamento en las referencias y explicaciones mas descarnadas, lo que hace que la obra sea considerada como un documento de referencia para el análisis y el debate. Un análisis que a veces se convierte en doloroso. Aunque, en ocasiones, encierra información objetiva necesaria para la controversia y para el debate. Este modelo de presentar sus obras, en cierto modo, enfrentado a la versión oficial de las cosas siempre esta presente en sus narraciones. Su mirada es como la de un aguila oteando su presa entre el sembrado.
Pedro Liébana Collado
junio 20th, 2024 at 1:46 pm
De acuerdo con la visión del autor respecto a la sólida y seria figura de Gregorio Moran. Solo una puntualización: el arranque de las huelgas que empezaron a cuestionar el Sistema no fue en el 62, fue en el 58. Los trabajadores de la empresa siderúrgica valenciana AHV en el 62 llevábamos varias huelgas de ventaja, con grandes,enfrentamientos, detenciones, purgas, etc, a los asturianos. El problema era nuestro aislamiento territorial: Valencia no sentía como suyos los problemas de obreros siderúrgicos.