Trump, el mercachifle
Mucho se ha hablado sobre quién y cómo es Donald Trump, pero creo que quien hizo la mejor definición fue el presidente Felipe González cuando declaró que “Es un ignorante y un mercachifle”. Trump no es republicano, es un negociante egoísta, que antepone su dinero al propio gobierno del país.
Lo estamos viendo en todos sus comportamientos y actuaciones, así como en sus descabelladas declaraciones. No le caben más barbaridades: hacer negocios con Putin sobre el territorio de Ucrania o hablar de convertir Gaza en un resort turístico, mientras se asesina salvajemente a la población gazatí.
Además, no deja de sorprender con sus ocurrencias absurdas, aunque ya ni la Bolsa hace caso de sus amenazas que cambian de la mañana a la tarde, y lo convierten en un gobernante filibustero.
Además de ser un ignorante peligroso, sobre todo, con sus ataques a la justicia o a las universidades, hemos visto medidas polémicas como las deportaciones de inmigrantes con grilletes como si fueran delincuentes; los indultos a la mayoría de los 1.500 condenados por el asalto al Capitolio en enero de 2021; la derogación de las políticas de género y diversidad; los aranceles de “quita y pon” que están convirtiéndolo en el hazmerreír de la política internacional; la vergonzosa recepción a Zelensky o las falsedades hablando del “genocidio a los blancos” delante del presidente de Sudáfrica. Y otras que ya ni nos acordamos porque se acumulan las insensateces: el cambio del nombre del Golfo de México, las amenazas de quedarse con Groenlandia y el canal de Panamá, o los permanentes acosos e insultos a Canadá.
Y, entre sus primeras órdenes, las que han dejado a EEUU fuera del liderazgo internacional: la retirada del Acuerdo climático de París, la salida de la Organización Mundial de la Salud y, sin duda, la más dramática, el cierre de la Agencia de Desarrollo Internacional de EEUU (Usaid), que los expertos calculan que provocará 14 millones de muertes hasta 2030. Una acción criminal. ([1])
Un breve y rápido repaso para centrarme en dos acontecimientos recientes:
El primero, la salida de Elon Musk del gobierno rodeado de polémica: se dice que Musk se va enfadado; ha perdido mucho dinero y mucho prestigio; se sabe que ha estado drogado en la campaña electoral; y su mayor éxito ha sido despedir a más de 260.000 funcionarios estadounidenses. Cuando aún estamos alucinando por la primera rueda de prensa con el hijo X presente, ahora vemos la despedida de la entrega de llaves de oro con una escena digna de película de mafiosos. Trump, el emperador, no se levanta de su asiento, demuestra así quién manda, mientras el otro, con su gorra negra y un ojo morado, permanece de pie mirando el techo de vez en cuando, con la mirada ida, y deseando que acabe el show.
El segundo acontecimiento ha pasado más inadvertido, pero tiene gran relevancia para comprender cómo se está degradando la democracia americana y cómo está utilizando Trump el poder en su propio beneficio.
Según The Wall Street Journal, Trump otorgó 26 indultos a celebridades, exgobernadores y hasta un líder pandillero. Estaban condenados por corrupción, fraude y delitos graves.
A esta situación se llega en un intercambio de favores económicos. Por ejemplo, líderes empresariales pueden conseguir una reunión individual con el presidente en su propiedad en Mar-a-Lago (Florida) por 5 millones de dólares.
Y, de forma más notoria y descarada, hace pocos días se celebró una “cena a la luz de las velas” en la que se le pidió a los invitados que gastaran un millón de dólares para reservar un asiento. Esta es la invitación que recibieron: “Está invitado a una cena a la luz de las velas con un invitado especial, el presidente Donald J. Trump. Se proporcionarán detalles adicionales al confirmar su asistencia. Las confirmaciones de asistencia se atenderán por orden de llegada. El espacio es muy limitado. $1,000,000 por persona”, decía la invitación obtenida por WIRED.
Los invitados confirmaban su asistencia a Meredith O’Rourke, directora nacional de finanzas y asesora principal del comité de campaña ‘Donald J. Trump for President 2024′ y propietaria de The O’Rourke Group. También debían enviar un correo a Abby Mathis, coordinadora de finanzas de MAGA Inc ([2]).
¿A cambio de qué los millones recibidos en una cena en su casa?
Trump indultó a un defraudador fiscal hijo de una de sus partidarias más leales. La solicitud de indulto de Paul Walczak mencionaba el apoyo de su madre al presidente, incluida la recaudación de millones de dólares y un vínculo a un complot para difundir un diario de la familia Biden.
El indulto llegó justo a tiempo para Walczak, evitándole tener que pagar casi 4,4 millones de dólares en indemnizaciones y presentarse en la cárcel para cumplir una condena de 18 meses, que le había sido impuesta solo 12 días antes, después de declararse culpable en noviembre de 2024 de delitos fiscales por más de $10 millones.
Otro de los indultos es a una pareja condenada por fraude millonario. Todd y Julie Chrisley, estrellas del programa de telerrealidad “Chrisley Knows Best”, fueron condenados hace tres años por evadir impuestos y estafar a los bancos por más de 30 millones de dólares para mantener su lujoso estilo de vida. Estaban condenados por ocho cargos de fraude financiero y dos de evasión fiscal, mientras que Julie Chrisley fue condenada por cargos adicionales de fraude electrónico y obstrucción a la justicia.
En un video publicado por una asesora de la Casa Blanca, se muestra al presidente informando directamente a la hija de los Chrisley, Savannah, sobre la medida de gracia. “Tus padres van a estar libres y limpios”.
También figura el rapero Kentrell Gaulden, conocido artísticamente como NBA YoungBoy, quien fue condenado en 2024 por posesión ilegal de armas.
En el ámbito político, los indultos incluyen al excongresista republicano Michael Grimm, condenado en 2014 por fraude fiscal, y al ex gobernador de Connecticut, John G. Rowland, quien cumplió dos sentencias federales por corrupción y ocultamiento de fondos en campañas políticas.
El líder sindical James Callahan también fue indultado tras declararse culpable de presentar reportes falsos al Departamento de Trabajo y de recibir beneficios por más de USD 300.000 de una empresa contratada por el sindicato.
Podríamos seguir porque existen muchos más indultos dignos de mencionar por su arbitrariedad y vinculación con Trump ([3]).
Es la forma de entender cómo hace Trump negocios en la Casa Blanca.
Como señala Peter Baker, corresponsal jefe de la Casa Blanca del The New York Times, “Trump, el primer delincuente convicto que ha sido elegido como presidente, ha eliminado los límites éticos y desmantelado los instrumentos de rendición de cuentas que limitaban a sus predecesores. No habrá investigaciones oficiales porque Trump se ha asegurado de ello. Ha despedido a los inspectores generales del gobierno y a los vigilantes de la ética, ha instalado a simpatizantes leales para dirigir el Departamento de Justicia, el FBI y las agencias reguladoras, y ha dominado a un Congreso controlado por los republicanos que no está dispuesto a celebrar audiencias”.
Así es como se hiere de muerte a la democracia estadounidenses delante de todos. La última palabra la tiene el pueblo americano: los que no lo votaron y también los que lo hicieron, pero puedan sentirse estafados.
Hay que elegir: Trump o la democracia estadounidense.
_________________________________________
[1] https://www.lavanguardia.com/ciencia/20250601/10734984/recortes-trump-causaran-14-millones-muertes-paises-pobres.html
[2] https://as.com/us/actualidad/millonarios-americanos-estan-pagando-una-verdadera-fortuna-para-poder-cenar-a-solas-con-trump-en-mar-a-lago-n/
[3] https://www.nytimes.com/es/2025/05/27/espanol/estados-unidos/trump-corrupcion-negocios.html
Ana Noguera
