| El miércoles fue un día triste.
Un día que nos debería avergonzar como ciudadanos y ciudadanas de una Unión Europea que ha perdido totalmente el rumbo, porque ayer se aprobó en el Parlamento Europeo un acuerdo que tendrá consecuencias devastadoras para las personas migrantes y refugiadas.
Y es que, el Pacto de Migración y Asilo impondrá aún más obstáculos para que se garantice el derecho de asilo y los derechos humanos, como son:
 Refuerza las políticas de externalización de fronteras y retornos a terceros países, como Marruecos, Túnez o Libia, donde no se respetan los derechos humanos y las vidas de las personas podrían correr grave peligro.
Se pretende considerar que una persona «no ha llegado» a la UE hasta que el Estado no lo autorice, aunque ya esté físicamente en el país. ¿Qué paradoja, verdad? Pues con esta ficción jurídica, las fronteras se convierten en espacios donde no se respetan los derechos, con un uso excesivo de la privación de libertad.
Extiende la aplicación de procedimientos fronterizos acelerados, detenciones sistemáticas y criterios discriminatorios, afectando a miles de personas que verán cómo no se respetan sus derechos por proceder de determinado país de origen.
«Solidaridad a la carta», es decir, que los países podrán elegir entre acoger y pagar para evitar la acogida. Así de claro. Los Estados podrán financiar proyectos en terceros países -más externalización- en lugar de garantizar un sistema de reubicación obligatoria.
Además, el Pacto de Migración y Asilo supone un fracaso estrepitoso en los objetivos planteados de lograr una armonización normativa y un reparto más equitativo de las responsabilidades entre Estados.
Pero no les importa, porque el objetivo prioritario es que las personas no lleguen y, si llegan, que sean expulsadas lo más rápido posible. Por eso, no contempla ampliar las vías legales y seguras, para que nadie tenga que jugarse la vida para acceder al asilo. Es por ello, que en CEAR rechazamos frontalmente el Pacto de la VergÜEnza.
Y desde ya, les decimos, a España y a la Unión Europea, que vamos a seguir luchando y trabajando cada día por un Pacto con derechos, por unas políticas migratorias que pongan en el centro a las personas. Porque la prioridad tiene que ser salvar vidas. |
