Las pobres
Mientras contemplo alucinado el aparatoso fin del truculento drama del relator y preparo mi espíritu para absorber los efluvios, efectos y comentarios (que habrá que ver cómo me van a poner la cabeza) de la superfiesta de la “banderita tú eres roja, banderita tú eres gualda”, que ya veo yo que son los colores de la senyera, miro […]



