
Siempre les quedará Paris
Érase una vez un pueblo lleno de luz y naranjos. Sus habitantes de todas las edades sabían cuándo llegaba cada estación. La primavera, por el olor del azahar y los primeros insectos. El verano, por el aroma del jazminero y del galán de noche y por el zumbido de las abejas. El verano, por la […]